Por primera vez, un equipo de científicos ha encontrado un vínculo entre las bacterias intestinales y la enfermedad de Parkinson. Su estudio en ratones señala al microbioma como una clave para el deterioro motor típico de este trastorno neurodegenerativo. Los autores advierten que los antibióticos o los trasplantes de microbios fecales aún están lejos de ser terapias viables para humanos.
Los enfermos de párkinson suelen tener problemas digestivos años antes de sufrir los primeros síntomas de su enfermedad. Se ha especulado con que esta dolencia neurodegenerativa nazca en las tripas y viaje más tarde al cerebro, pero nadie ha conseguido una prueba fehaciente de este extraño vínculo. Hasta hoy, cuando un equipo de investigadores estadounidenses ha dado a conocer en la revista Cell los resultados de su trabajo. Según han comprobado en ratones genéticamente predispuestos a la enfermedad de Parkinson, los microbios intestinales pueden desempeñar un papel esencial en los trastornos del movimiento típicos de esta dolencia.
Más info en: http://www.agenciasinc.es/Noticias/El-origen-del-parkinson-puede-estar-en-el-intestino
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