Aportado por Paula Villanueva.
La epidermolisis bullosa o piel de mariposa es una enfermedad genética que mantiene unidas las dos capas de la piel, la dermis y la epidermis, transformando la piel en un tejido excesivamente frágil que hasta el roce de un tejido provoca ampollas y heridas.
Un niño fue transferido al hospital ya que había desarrollado una infección por la que perdió rápidamente casi dos tercios de su superficie corporal, estando en estado séptico. Después de probar varios tratamientos, incluso injertos de piel de sus progenitores, y observar ninguna mejoría, comenzaron a investigar con células madre y acabaron por fabricar una nueva dermis a partir de sus propias células de la piel, de una de las pocas zonas del cuerpo del niño que aún permanecían intactas. Tras 21 meses el niño sigue pudiendo llevar una vida más o menos normal, lo que significa un gran avance en este campo.
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