Las células madre entrañan en sí mismas el enigma de la vida. Pueden, de hecho, transformarse
en otras células del mismo tipo sin que los científicos sean capaces aún de saber bien cómo
funcionan. En su potencial trabaja Vita 34, el banco alemán de conservación de células madre,
al que pertenece la española Secuvita. Fue, de hecho, ésta la que se encargó de trasladar la
mitad de la sangre del cordón umbilical de la Infanta Sofía al banco de conservación en
Alemania. «En el futuro se guardará el cordón umbilical de todos los recién nacidos porque es
una buena fuente de células madre y son muy fáciles de preservar en bancos como este», dice a
INNOVADORES el doctor André Gerth, CEO de Vita 34.
Las células madre de cordón umbilical han mostrado también eficacia en determinados tipos de cáncer, pues regeneran la formación de la sangre y reconstruyen el sistema inmunitario, que se encuentra muy debilitado tras tratamientos de quimioterapia o radioterapia. En este sentido, Gerth insiste en la importancia de considerar las células madre «como un complemento a otras terapias, no como tratamiento en sí mismo.
Las células madre de cordón umbilical han mostrado también eficacia en determinados tipos de cáncer, pues regeneran la formación de la sangre y reconstruyen el sistema inmunitario, que se encuentra muy debilitado tras tratamientos de quimioterapia o radioterapia. En este sentido, Gerth insiste en la importancia de considerar las células madre «como un complemento a otras terapias, no como tratamiento en sí mismo.
En este sentido, de los 30 transplantes de sangre de cordón umbilical que han realizado, ocho
han sido para tratar algún tipo de cáncer.
Uno de los casos fue aplicado a un paciente de tres años con leucemia. Recibió una dosis elevada de quimioterapia y radioterapia, seguida de un transplante de células madre de su cordón umbilical que recompondría su sistema sanguíneo, muy debilitado por el tratamiento. Transcurridos 24 meses, la niña estaba libre de células leucémicas y había experimentado una remisión completa de la enfermedad.
Otro caso paradigmático fue la terapia celular autóloga con sangre de cordón umbilical que se aplicó a un niño de tan sólo dos años que presentaba parálisis cerebral causada por isquemia y que había sufrido un paro cardiaco. Cinco años después, el caso mostró los efectos terapéuticos de estas células en la regeneración funcional neurológica con resultados progresivos y notables, que no se conseguirían sólo con la rehabilitación diaria.
Lo cierto es que no se conoce bien el mecanismo por el que funcionan las células madre. Por este motivo, explica Gerth, realizar ensayos clínicos con ellas entraña una gran dificultad. «Se crean los tejidos in vitro a través de ingeniería de tejidos y estos evolucionan. Pero todavía no se conoce el mecanismo por el cual actúan para sanar», reconoce Gerth. Aun así insta a reflexionar que las células madre son el origen de tejidos y, por tanto, pueden seguir creando nuevos tejidos.
Uno de los casos fue aplicado a un paciente de tres años con leucemia. Recibió una dosis elevada de quimioterapia y radioterapia, seguida de un transplante de células madre de su cordón umbilical que recompondría su sistema sanguíneo, muy debilitado por el tratamiento. Transcurridos 24 meses, la niña estaba libre de células leucémicas y había experimentado una remisión completa de la enfermedad.
Otro caso paradigmático fue la terapia celular autóloga con sangre de cordón umbilical que se aplicó a un niño de tan sólo dos años que presentaba parálisis cerebral causada por isquemia y que había sufrido un paro cardiaco. Cinco años después, el caso mostró los efectos terapéuticos de estas células en la regeneración funcional neurológica con resultados progresivos y notables, que no se conseguirían sólo con la rehabilitación diaria.
Lo cierto es que no se conoce bien el mecanismo por el que funcionan las células madre. Por este motivo, explica Gerth, realizar ensayos clínicos con ellas entraña una gran dificultad. «Se crean los tejidos in vitro a través de ingeniería de tejidos y estos evolucionan. Pero todavía no se conoce el mecanismo por el cual actúan para sanar», reconoce Gerth. Aun así insta a reflexionar que las células madre son el origen de tejidos y, por tanto, pueden seguir creando nuevos tejidos.
En este sentido, el directivo del banco de conservación Vita 34 analiza que las células madre
embrionarias, que son aquellas que forman parte de la masa celular interna de un embrión
de cuatro a cinco días de edad, entrañan grandes cuestionamientos e implicaciones éticas por
el hecho de tener que ser extraídas del embrión: «en realizar tal elección se encuentra la
controversia».
Referencia: http://www.elmundo.es/economia/2017/06/07/5937c20be2704e3f378b45a2.html 7 JUN. 2017
Referencia: http://www.elmundo.es/economia/2017/06/07/5937c20be2704e3f378b45a2.html 7 JUN. 2017
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